La entrega de Julian Assange a Estados Unidos quedará para la historia de la ignominia. Criminaliza la actividad del periodismo en su esencia. Con ella se entiende que lo que hicieron Julian Assange y WikiLeaks, recibir información veraz, que acreditaba crímenes de guerra en Irak y Afganistán, difundirla y publicarla al ser de interés público, puede ser sancionado como delito y sus autores juzgados y condenados
Origen: Todos somos Julian Assange
Deja un comentario