Gracias a Maricarmen lo he disfrutado con una sonrisa y un montón de añoranza de todos los queridos peludos de mi vida.
«Carpe diem», nos dice Horacio, y Garcilaso, «Coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto… antes que el tiempo airado…».
Estos, nuestros más fieles amigos, nos lo enseñan sin necesidad de palabras, tan sólo viviéndolo.
Ojalá entendamos el mensaje.
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