La religión ha encadenado siempre a la mujer, ha despreciado y criminalizado siempre su cuerpo, y la ha condenado a ser un ser inferior, a ser una esclava (Emma Goldman)
Ninguna mujer puede llamarse a sí misma digna hasta que no pueda escoger consciente y libremente si desea o no ser madre (Margaret Singer)
vía ¡Ni esclavas, ni sumisas, ni devotas! : Periódico digital progresista.
Para comentar debe estar registrado.