Como no distingo de sexos hasta hoy me di cuenta de que la gaviota que viene a diario es en realidad una pareja, porque esta mañana por primera vez vinieron las dos juntas y además trajeron a su pollo. Éste, gris, grandote y muy torpón, tardó un buen rato en perder el miedo, pero cuando se sintió a gusto no dejó de picotear hasta sacarle brillo al plato. Los padres le animaron a aterrizar y luego se largaron como si me lo dejaran en adopción para que desayunase a gusto.
Un comentario en “Gaviotas en mi balcón”
Para comentar debe estar registrado.
¡¡¡PRECIOSAS FOTOS!!!