. Los 8 millones de retrones tienen amigos y familiares que apoyan el escrache (salvo, again, Vañó). Los bípedos se suman a la iniciativa y la llevan a otro nivel. Además de gritar, continúan el movimiento iniciado por aquella ciega (condenado a 1200 años de prisión por la Audiencia Nacional) y tratan de convertir a todos los miembros del gobierno en retrones. Sólo lo consiguen con Fátima Báñez. Queda reducida a una silla de ruedas, ciega y sorda. Incluso así, continúa diciendo que pronto mejorará el empleo de los jóvenes.
vía Escrache retrón.
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